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Lola, 4 meses |
Lola llegó a nuestras vidas el año pasado, en julio. Una cachorra de boxer de 4 meses, hija de Flopi, la perra de nuestro hijo Hernán.
Come de todo: plantas y flores, cascos de moto, medias, escobillones y secadores. Mariano, el veterinario de Huellas la visita periódicamente y afirma que a los dos años dejará de hacer tantas travesuras. Albergamos esa esperanza. Mientras tanto, aprendimos que tener un perro en Chascomús no es lo mismo que hacerlo en plena Capital Federal, donde vivíamos. Allí los perros se llevan a pasear dos o tres veces por día. Acá tiene amigos de la cuadra y se pasea sola, también dos o tres veces por día. Luego entra, la aseamos y descansa en el sillón del living.
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Lola y su mamá |